Libros en el aula: estrategias de lectura para formar lectores apasionados
“La escuela es la gran ocasión, ¿quién lo duda?
La escuela puede desempeñar el mejor papel
en esta puesta en escena de la actitud lectora,
que incluye, entre otras cosas,
un tomarse el tiempo para mirar el mundo…”[1]
Graciela Montes –
En el fascinante viaje del aprendizaje, la lectura desempeña un papel fundamental, especialmente en el entorno educativo. En este artículo, exploraremos la importancia de la lectura en el aula y las diversas modalidades que pueden emplear los docentes para hacer crecer grandes lectores entre sus alumnos.
Tiempo de lectura en el aula
Disponer de un momento en la semana para la lectura silenciosa en el aula es un buen momento de disfrute literario y también de conexión entre el grupo.
Se puede optar por leer todos el mismo libro, visitar la biblioteca institucional y realizar una selección personal, elegir de la biblioteca áulica o selección del docente. Además, podemos elegir el espacio del aula o buscar espacios tranquilos al aire libre.
Tener un momento de lectura asignado cada semana ayuda a que los niños se preparen e incluso esperen el momento.
Lectura en voz alta
La lectura en voz alta en el aula también puede tomar distintas modalidades. Puede leer el docente y los niños siguen la historia en sus propios libros; en el caso de los primeros grados que los niños todavía no leen de corrido, escuchar una historia en la voz de sus maestros es una actividad que se disfruta plenamente.
Para los niños más grandes, la dinámica se puede cambiar y agruparse de a dos o tres y turnarse en la lectura; o la maestra puede ir indicando quien sigue la historia en voz alta, de esta manera todos están atentos al desarrollo de la lectura.
La lectura en voz alta puede ser inhibidora para algunos pero la práctica regular ayuda a la entonación, la modulación y la escucha respetuosa entre pares.
Lectura compartida
Si bien todas las que mencionamos son una forma de lectura compartida, en este caso nos referimos a la dinámica en la cual todos los niños leen el mismo libro. Pueden ser cuentos, antologías o novelas.
La lectura puede ser realizada durante las clases o puede ser asignada para la casa de cada niño y en el aula luego se trabajan dinámicas orientadas a lo que el libro va presentando.
La posibilidad de que cada niño tenga su propio libro es algo que genera un gran sentido de la responsabilidad, el cuidado y el amor por el objeto libro. Todos recordamos e incluso atesoramos los libros propios de nuestra infancia.
Biblioteca áulica
Una biblioteca áulica consiste en una selección literaria especialmente realizada por el docente de acuerdo con ciertas características del grupo: nivel lector, intereses, proyecto a desarrollar, etc.
Nuestra recomendación es que la biblioteca áulica tenga diversidad de títulos, géneros y temáticas. Con variedad de extensiones y niveles lectores (acordes al grupo), teniendo en cuenta que en todos los grupos los intereses y desarrollos en la experiencia lectora difieren.
Los libros de la biblioteca áulica pueden quedarse en el aula o ir visitando las casas de los niños.
Rincones literarios
Los rincones literarios van de la mano con las bibliotecas áulicas, muchas veces no es posible tener los libros a mano pero podemos crear espacios donde leer y donde compartir lecturas. Almohadones, mantas, afiches con reseñas, retos literarios, pueden ser parte de este rincón en el aula.
Mesa servida
La dinámica de mesa servida forma parte del momento de lectura en el aula y consiste en que el docente selecciona un canon literario de acuerdo a un criterio especial (por género, tema, autor, etc.) y presenta a los alumnos una gran mesa servida de historias. Cada uno deberá elegir un título y tendrá un tiempo para la lectura en el aula.
Los títulos pueden ir variando de dinámica a dinámica, lo cual incrementará la curiosidad de los alumnos y se podrán ir repitiendo aquellos libros que generen más interés en el grupo. De esta manera, las recomendaciones entre pares aumentarán y la lectura compartida también podrá desarrollarse.
La lectura en el aula no solo es una actividad académica; es una puerta hacia la imaginación, el conocimiento y la empatía. Al emplear distintas estrategias como la lectura compartida, en voz alta y por capítulos, los docentes pueden transformar las aulas en espacios significativos, donde crezcan los lectores.
“El proceso de construcción lectora de una persona depende de los primeros contactos con la palabra oral -esté escrita o narrada-, su frecuentación a lecturas significativas, de la valorización simbólica que le otorga su entorno a este tipo de experiencias y finalmente, de la relevancia afectiva que le genera”
En nuestra librería infantil, entendemos la importancia de ofrecer literatura de calidad que nutra la mente y el corazón de los jóvenes lectores. Seleccionamos cuidadosamente editoriales, títulos y autores que destacan por su excelencia literaria y su capacidad para cautivar a los niños.
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